En este trabajo, he procurado acercarme a una realidad que está a la vuelta de la esquina, y que tendrá una incidencia muy importante en la sociedad. A medida que los buques vayan alcanzando mayor grado de automatización llegaremos a barcos sin tripulación alguna, cierto que, para ello se necesitará tiempo, pero las consecuencias que estos barcos tendrán a nivel económico, jurídico, social y laboral no pueden obviarse.

Este panorama hay que valorarlo dentro del contexto de lo que ha dado en llamarse la industria 4.0, o la cuarta revolución industrial, en donde la digitalización, la realidad virtual, la inteligencia artificial, o el internet de las cosas adquieren máxima relevancia en todos los sectores, incluido el marítimo. No obstante, la tarea no va a ser sencilla, romper la barrera mental de los poderes públicos, empresarios, trabajadores y ciudadanos, e integrar los nuevos procesos digitales, en sustitución de la mano de obra humana, son algunos de los retos a los que se enfrenta esta revolución.

Existen, además, otros acontecimientos que caracterizarán esta etapa de evolución y desarrollo, en la que se encuentra el mundo marítimo, y que en los próximos años marcarán un rumbo distinto, hasta el que ahora se ha recorrido. La reducción de navieras será la tónica, solo sobrevivirán aquellas que establezcan fusiones o alianzas operativas, lo cual será positivo, pues consolidará el mercado, pero al sector de carga se le reducirán las posibilida